Bel Yousefi, Sai Prem Achuthan y Christopher Tang
UCLA Anderson School
En 2017, el Washington Post reportó que millones de libras de soja y maíz con certificación “USDA Organic” importadas a través de Turquía parecían haber sido fraudulentas.[1] Esto es algo común en los Estados Unidos: una parte significativa de los alimentos “orgánicos” importados resultan falsos. ¿Por qué ocurre esto? ¿Cómo ocurre esto? ¿Qué puede hacerse al respecto?
Las causas subyacentes del fraude de los alimentos orgánicos
Existe la creencia y algunas investigaciones evidencian que los alimentos orgánicos pueden contener un mayor valor nutricional (más vitaminas y antioxidantes) que los alimentos convencionales ya que, en la ausencia de pesticidas y fertilizantes químicos, las plantas orgánicas mejoran su producción natural de los fitoquímicos (vitaminas y antioxidantes) para defenderse mejor de los mosquitos y la maleza. Por este motivo, los alimentos orgánicos pueden venderse con un precio premium entre 25 y 60% superior a los alimentos convencionales. Para el 2017, el mercado de alimentos orgánicos en Estados Unidos estaba valorado en más de 43 millardos de dólares estadounidenses, y se espera que para el 2025 alcance los 70 mil millones de dólares.
A pesar de que la demanda de alimentos orgánicos en los Estados Unidos ha experimentado un crecimiento de dos dígitos, resulta sorprendente darse cuenta que los campos de cultivo orgánicos siguen por debajo del 1% de toda la tierra de cultivo de los Estados Unidos. La razón subyacente es el estricto proceso de certificación necesario para cultivar alimentos orgánicos, cuya aprobación puede demorar hasta tres años para los agricultores del país. Debido a que la oferta no puede satisfacer la demanda de alimentos orgánicos, los minoristas, las compañías de alimento para ganado y los fabricantes de alimentos empacados están importando alimentos desde India, Ucrania, Turquía y Rumania. Con el aumento exponencial de alimentos importados etiquetados como “orgánicos”, la agencia certificadora de los Estados Unidos (el Programa Orgánico Nacional (NOP) del Servicio de Comercialización Agrícola (AMS)) que supervisa todos los productos agrícolas orgánicos con certificación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) es incapaz de realizar las inspecciones minuciosas que debería hacer.[2] A menudo, el complicado proceso de inspección involucra a intermediarios, tales como agentes de aduana y exportadores centrales. Debido a que las inspecciones no son tan minuciosas como deberían y gracias a que los alimentos orgánicos importados pueden venderse a precios más altos, se tiene el entorno perfecto para que exportadores o importadores cometan fraude con los alimentos orgánicos.
Prevención de fraude de importación de alimentos orgánicos a través del blockchain
Debido a que existe un fuerte incentivo para que exportadores y/o importadores cometan fraude con alimentos orgánicos, existe la necesidad de prevenir la presencia de registros falsificados en el proceso de la cadena de suministros asociado con la importación de alimentos orgánicos hacia los Estados Unidos. Como se muestra en la figura a continuación, el proceso de la cadena de suministros para la importación de granos de café orgánicos involucra a numerosas entidades dentro de la cadena de suministros, cada una de las cuales tiene el potencial para violar ciertos requisitos de certificación orgánica impuestos por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
Para prevenir que se registre información falsificada en la cadena de suministros, la tecnología blockchain parece ser una solución prometedora. La tecnología blockchain (o "cadena de bloques") es información digital (el “bloque”) que se almacena utilizando una base de datos pública (la “cadena”). Cada bloque contiene un hash criptográfico perteneciente al bloque previo, una marca de tiempo y datos de la transacción. Por diseño, una cadena de bloques es inmutable (resistente a la modificación de los datos), descentralizada (utiliza el consenso de la red) y transparente (cada dirección pública está abierta a ser visualizada); es decir, es un libro de contabilidad abierto y distribuido que puede registrar eficientemente transacciones entre dos partes de forma verificable y permanente.[3]
La cadena de bloques puede ayudar a rastrear y autenticar digitalmente productos alimenticios de un amplio ecosistema de proveedores, desde su producción hasta alcanzar los anaqueles donde se exhiben para llegar finalmente a los consumidores. Sus beneficios potenciales para la industria de los alimentos son: 1) aumenta la transparencia, 2) establece y hace cumplir normas y mejora la seguridad al resolver el problema de la identificación de la fuente, 3) elimina a los intermediarios y aumenta la eficiencia de la cadena de suministros en su totalidad y 4) abre nuevos mercados para productores que de otra forma no tendrían acceso a los mismos.[4] La implementación de esta tecnología ofrece beneficios a todas las partes interesadas. Para los agricultores, la cadena de suministros puede abrir nuevos mercados para sus productos al, en esencia, encoger la cadena de suministros hasta el usuario final. Para los distribuidores, ayuda a ampliar el aprovisionamiento internacional y evitar los riesgos relacionados con cambios en la oferta o la demanda. Para los procesadores, ayuda a aumentar el control de calidad al permitir a los agricultores y procesadores compartir información. Por último, para los consumidores, puede ayudar a disminuir los precios e incrementar la lealtad respecto a las marcas.[5]
Actualmente, IBM lidera el movimiento en cuanto a la innovación en la cadena de bloques en la industria de los alimentos y ha anunciado un consorcio con 10 proveedores importantes para ayudar a mejorar la seguridad alimentaria y la transparencia en cuanto a los ingredientes a través del IBM Food Trust. Algunos ejemplos de esta tecnología en acción pueden apreciarse en el proyecto Mango Tracking DE Walmart, el cual usó la tecnología de cadena de bloques (de IBM) para reducir el tiempo que tomaba hacer seguimiento a un mango desde más de 6 días hasta 2.2 segundos.[6] Otro ejemplo notable de un proveedor importante que hace pruebas piloto gracias a su sociedad con IBM Food Trust es Albertsons, quienes ahora usan la tecnología para hacer seguimiento a alimentos de alto riesgo, tales como la lechuga "romaine", para ayudar a reducir el tiempo que toma identificar la fuente de brotes potenciales de la bacteria e-coli.[7]
Los desafíos de adoptar la tecnología de cadena de bloques
Mientras IBM lidera su esfuerzo, la implementación generalizada de la tecnología de cadena de bloques en todos los socios de la cadena de suministros es un desafío debido a: 1) el potencial de imprecisiones en los datos provistos por usuarios menos sofisticados (p. ej., agricultores rurales de bajos recursos); 2) los altos costos de la electricidad y el almacenamiento; 3) el potencial desconocido para la escalabilidad; 4) la integración y adopción sincronizada de la cadena de bloques con otras tecnologías como RFID (identificación por radio frecuencia) e IOT (Internet de las cosas) y, más importante aún, 5) la cuestión de a quién corresponde la responsabilidad de iniciar el proyecto, es decir, ¿quién es responsable de asumir el costo de implementar la tecnología y educar a las partes interesadas respecto a su uso y beneficios? Las sociedades mixtas (privadas-públicas) podrían ser una respuesta.
Las sociedades mixtas (privadas-públicas) pueden ayudar a estandarizar la tecnología y aumentar la tasa de adopción. Debido a que la industria de los alimentos es altamente subsidiada en muchas naciones, tiene sentido que los gobiernos asuman el costo de desarrollar e implementar la tecnología, así como de educar a las partes interesadas. Se puede probar la factibilidad del sistema a través de sociedades con un número limitado de productores y distribuidores importantes, de forma similar a los proyectos piloto antes mencionados. Además, como solo una agencia gubernamental, el Servicio de Comercialización Agrícola (AMS), supervisa todos los productos agrícolas orgánicos con certificación del USDA producidos en los EE. UU. y en el mundo, la misma debería desempeñar un rol importante en la estandarización de la tecnología. El Servicio de Comercialización Agrícola (AMS) puede ayudar también a aumentar las tasas de adopción ya que tiene relaciones bien establecidas con diversas partes interesadas.
La tecnología de cadena de bloques parece ser una solución prometedora para combatir el fraude de los alimentos orgánicos. Si funciona, las marcas pueden ganar más al vender más alimentos orgánicos genuinos en el mercado. Al mismo tiempo, los consumidores absorben más vitaminas y antioxidantes al ingerir alimentos orgánicos y logran una dieta más sana.
[1] https://www.washingtonpost.com/news/wonk/wp/2017/06/12/millions-of-pounds-of-apparently-fake-organic-grains-convince-the-food-industry-there-may-be-a-problem/?noredirect=on&utm_term=.e62639a8767f
[2] Actualización Regulatoria sobre Alimentos Orgánicos 2017 de la Asociación de Comercio de Alimentos Orgánicos
[3] https://www.investopedia.com/terms/b/blockchain.asp
[4] https://www.startus-insights.com/innovators-guide/8-blockchain-startups-disrupting-the-agricultural
[5] https://www.forbes.com/sites/themixingbowl/2017/10/23/the-blockchain-of-food
[6] https://newfoodeconomy.org/blockchain-food-traceability-walmart-ibm/
[7] https://www.forbes.com/sites/rachelwolfson/2019/04/11/albertsons-joins-ibm-food-trust-blockchain
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