UCLA Anderson Global Supply Chain Blog

供应链碳足迹：我们是否知道自己？

作者：Christian Blanco、Felipe Caro 和 Charles Corbett

每年都有越来越多的全球顶级公司答复 CDP（以前称为碳披露项目）实施的详细年度问卷调查，这些公司提供的信息涉及与气候变化有关的风险和机遇。尽管这一问卷调查大多关注公司内部正在发生的变化，但有些问题也涉及到公司的供应链。为将这些“自身”排放与供应链中其他环节的排放加以区分，温室气体 (GHG) 议定书对三种排放类型做了区分。范围 1 排放发生在公司自己的营业场所，范围 2 排放是公司购买的电力直接产生的排放，而范围 3 排放则是公司采购的产品和服务所产生的排放。（有时，范围 3 排放不仅涉及供应链上游的排放，还涉及下游的排放，但在这里我们只侧重于上游排放。）

虽然公司没有义务参加 CDP 问卷调查，许多公司仍选择参加，但报告的完整性方面千差万别。在 2013 年，标准普尔 500 指数的 334 家公司公开参加了这项调查。共有 397 家美国公司参加了 2013 年度调查，报告的范围 1 和范围 2 CO₂ 当量 (CO₂-e) GHG 排放约为 15 亿吨。（有几种不同的温室气体，其排放统一汇总成单一指标，以二氧化碳 [CO₂] 排放当量表示。）不过，普遍形成的共识是，对大多数公司而言，其大部分排放来自供应链更上游的环节。沃尔玛可能因自身众多的零售店铺、配送中心和物流运营而产生大量排放，但此排放与其上游供应链的排放相比，就小巫见大巫了。许多其他公司同样存在这种情况：其采购的组件或服务所产生的排放远超企业自身的排放。

参考文献（请参阅 Matthews 等人 2008 年发表的文献）中的预估表明，按照行业平均计算，范围 3 排放占总碳足迹的 74%。这与公司实际报告的数字相比如何？

CDP 问卷调查确实要求公司披露其范围 1、范围 2 和范围 3 排放数字。对于范围 1 和范围 2，报告的数字预期准确性基本合理，但据了解，当公司报告范围 3 排放时，并未说明报告是否完整；公司往往只是挑选一两个类别（例如“商务出行”），并且只报告该类别的排放数字。

在 397 家公开参加 2013 年度 CDP 问卷调查的美国公司中，至少有 265 家公司报告了部分范围 3 排放数字。这些公司报告的范围 1 和范围 2 CO₂ 当量约为 7 亿吨，范围 3 CO₂ 当量约为 6 亿吨。鉴于我们所知道的范围 3 数字并不完整这一普遍共识，我们该如何对其进行解读呢？

让我们假定 Matthews 等人文献 (2008) 中的预估数字是正确的，并且平均计算，范围 3 排放占总排放的 74%。这意味着范围 3 排放应该是范围 1 和范围 2 排放的 0.74 / (1-0.74) = 2.85 倍。换而言之，如果公司报告的 2013 年范围 1 和范围 2 CO₂ 当量为 1000 万吨，就可以认为该公司的范围 3 排放为 2.85 x 1000 万吨 = 2850 万吨 CO₂ 当量。如果我们看一看实际披露了部分范围 3 排放的公司，就会发现，平均计算，其范围 3 排放仅占 2013 年披露的总排放的 39%。换而言之，如果一家公司披露的范围 1 和范围 2 CO₂ 当量为 1000 万吨，则平均计算，其披露的范围 3 CO₂ 当量为 0.39 / (1-0.39) x 1000 万吨 = 640 万吨。我们刚刚看到，根据 Matthews 等人文献 (2008) 中的预估明细，正常情况下得出的数字应为 2850 万吨，因此平均每家公司报告的排放仅是其实际范围 3 排放的 6.4 / 28.5 = 22%。

我们应该再次强调的是，这里并不涉及任何恶意瞒报，因为并无要求也无人声称范围 3 报告是全面的。恰恰相反，在透明度方面，我们甚至应该表扬那 265 家至少报告了部分范围 3 排放数字的公司，即使报告的数字并不完整。造成这种差异的原因可能有几个。首先，也是最明显的原因，可能是公司的确少报了范围 3 排放。许多公司对此做了明确说明，指出了报告中包含了哪些类别的排放，因此根据推断，也暗示了报告中未包含哪些类别。其次，即便公司真的披露了范围 3 排放，他们也不太可能像 Matthews 等人文献 (2008) 中的预估那样，深入到多个层级的上游供应链。还有各种其他计量问题可能促成这一结果，只不过一些问题可能使少报的程度比我们预计的更加严重。

总之，以一家公司的范围 3 排放报告为依据“补充”缺少的排放并不现实。但根据我们的预估，的确让人感觉哪怕是最先进的公司也没有（至少没有公开）记录到其供应链中的大部分 GHG 排放，也因此可能错过减少其供应链碳足迹的重大机遇。

CDP 自认为，尽管一些公司在参加年度问卷调查方面付出了一定努力，但范围 3 排放“[...]并未得到大多数公司的充分重视”[2]，我们的分析也认同这一观点。切记，碳排放可能是可持续供应链最具指标意义的层面之一，举例来说，比水或社会影响的指标意义要大得多，这意味着，即便许多公司已经拿出了善意和举措，距离他们真正了解其供应链的可持续性仍有很长的路要走，距离真正实现可持续供应链就更加遥远了。

[1]这篇博文基于 Christian Blanco、Felipe Caro 和 Charles J. Corbett 近期发表的一篇文章，“The state of supply chain carbon footprinting:analysis of CDP disclosures by US firms”（供应链碳足迹状况：美国公司 CDP 披露分析），Journal of Cleaner Production（清洁生产杂志）第 135 期 (2016)，第 1189-1197 页。我们的分析做出了许多假设，也存在若干局限性和注意事项，这些内容在那篇文章中有更详细的阐述。

[2] CDP 2015，“Committing to climate action in the supply chain”（致力于供应链气候改善行动），第 2 页，可通过 https://www.cdp.net/en/reports/archive 下载，最后访问日期：2016 年 11 月 10 日。

Huellas de carbono en la cadena de suministro: ¿sabemos lo que no sabemos?

Una cantidad cada vez mayor de las empresas más grandes del mundo responden el minucioso cuestionario anual gestionado por CDP, anteriormente conocido como Carbon Disclosure Project, en el que se proporciona información sobre los riesgos y las oportunidades relacionadas con el cambio climático. Si bien la mayor parte del cuestionario se centra en lo que sucede dentro de la empresa, algunas de las preguntas apuntan a la cadena de suministro de la empresa. Para diferenciar las emisiones “propias” y las que provienen de otros puntos de la cadena de suministro, el Protocolo de Gases Efecto Invernadero (Greenhouse Gas o GHG) distingue tres tipos de emisiones. Las emisiones de Alcance 1 ocurren en las propias instalaciones de la empresa, las emisiones de Alcance 2 son el resultado directo de la electricidad adquirida por la empresa y las emisiones de Alcance 3 son las de los productos y servicios que la empresa adquiere. A veces, el Alcance 3 también incluye emisiones relacionadas con la cadena de suministro río abajo o downstream (de la empresa al consumidor final) pero aquí nos centraremos solamente en las emisiones relacionadas con la cadena de suministro río arriba o upstream (de los proveedores a la empresa).

Las empresas no tienen la obligación de responder el cuestionario de CDP, pero muchas lo hacen con distintos niveles de detalle. En 2013, 334 empresas del índice S&P 500 respondieron públicamente. En total, 397 empresas de Estados Unidos respondieron la encuesta en 2013 y reportaron aproximadamente 1,5 mil millones de toneladas de CO₂ equivalente (CO₂-e) en sus emisiones de Alcance 1 y 2. (Existen varios tipos de gases efecto invernadero, emisiones que normalmente se agrupan en una métrica única expresada en términos de la cantidad equivalente de emisiones de dióxido de carbono (CO₂).) Sin embargo, se sabe que, para la mayoría de las empresas, la mayor parte de sus emisiones proviene de la cadena de suministro río arriba. Probablemente Walmart tenga emisiones significativas debido a sus tiendas minoristas, centros de distribución y operaciones de logística, pero las emisiones de los tramos anteriores en su cadena de suministro superan ampliamente las emisiones propias de Walmart. Lo mismo ocurre en muchas otras empresas: las emisiones propias de los componentes o servicios que adquieren sobrepasan enormemente las propias.

Los cálculos en la bibliografía (ver Matthews et al. 2008) sugieren que, en promedio a nivel de industria, el Alcance 3 representa el 74% de la huella de carbono. ¿Cómo se compara este número con lo que las empresas están reportando?

El cuestionario de CDP solicita a las empresas que comuniquen sus emisiones de Alcance 1, 2 y 3. Se espera que los informes de los Alcances 1 y 2 sean razonablemente precisos, pero se sabe que cuando las empresas dan a conocer las emisiones del Alcance 3, es probable que la medición esté incompleta. Generalmente, las empresas escogen una o dos categorías, como “viajes de negocios” y solo informan las emisiones de dicha categoría.

De las 397 empresas de EE. UU. que respondieron públicamente el cuestionario de CDP en 2013, 265 informaron al menos algún tipo de emisiones de Alcance 3. Dichas empresas declararon aproximadamente 700 millones de toneladas de CO₂-e en los Alcances 1 y 2, y 600 millones de toneladas de CO₂-e en el Alcance 3. ¿Cómo debemos interpretar la cifra del Alcance 3, dado que se sabe abiertamente que es un dato incompleto?

Asumamos que el cálculo en Matthews et al. (2008) es correcto y que en promedio las emisiones de Alcance 3 son el 74% del total. Esto significa que las emisiones de Alcance 3 deben superar las del Alcance 1 y 2 por un factor 0,74 / (1-0,74) = 2,85. En otras palabras, si una empresa informa 10 millones de toneladas de emisiones de CO₂-e en el Alcance 1 y 2 en 2013, se espera que las emisiones del Alcance 3 de dicha empresa sean 2,85 x 10 millones = 28,5 millones de toneladas de CO₂-e. Si observamos las empresas que sí comunicaron sus emisiones de Alcance 3, vemos que, en promedio, sus emisiones de Alcance 3 solo alcanzan el 39% del total informado en 2013. O sea, la empresa que informó 10 millones de toneladas de CO₂-e en los Alcances 1 y 2, anunció en promedio 0,39 / (1-0,39) x 10 millones = 6,4 millones de toneladas de CO₂-e en el Alcance 3. Según el desglose calculado en Matthews et al. (2008), esperaríamos ver 28,5 millones de toneladas, entonces la empresa típica solo informa 6,4 / 28,5 = 22% de sus emisiones reales del Alcance 3.

A esta altura, debemos enfatizar que no existe ningún tipo de transgresión ya que no hay ninguna expectativa o aseveración de que los informes del Alcance 3 sean completos. De hecho, las 265 empresas que informaron algún tipo de emisiones de Alcance 3 deben ser reconocidas por su voluntad de reportar las emisiones aunque los informes no estén completos. Existen varias razones que pueden explicar esto último. Primero, y con mayor obviedad, es muy probable que las empresas no informen la totalidad de sus emisiones de Alcance 3. Muchas empresas explicitan esto, indicando qué categorías de emisiones incluyen y cuáles no. Segundo, es poco probable que incluso las empresas que comunican sus emisiones de Alcance 3 tengan en cuenta muchos niveles río arriba en la cadena de suministro, algo que sí es tomado en cuenta en el cálculo de Matthews et al. (2008). Tercero, existen muchos otros problemas de cuantificación que probablemente contribuyan a que los informes sean mucho más incompletos de lo que suponemos.

En definitiva, no es posible tomar el informe de emisiones de Alcance 3 de una empresa en particular y “completar” los datos de las emisiones faltantes. Según nuestra apreciación, parece que hasta las empresas más avanzadas no incluyen (al menos públicamente) una gran parte de sus emisiones de GHG de sus cadenas de suministro; y por lo tanto, ignoran importantes oportunidades para reducir su huella de carbono.

CDP considera que, a pesar de los esfuerzos de las empresas por responder las encuestas anuales, las emisiones de Alcance 3 “[...] no reciben atención suficiente en la mayoría de las compañías”[2]. Nuestro análisis es consistente con aquella observación. Teniendo en cuenta que las emisiones de carbono posiblemente sean uno de los aspectos más cuantificables de las cadenas de suministro sustentables, mucho más que por ejemplo el agua o el impacto social, nuestro análisis sugiere que incluso con todas las buenas intenciones y las iniciativas ya vigentes, muchas empresas tienen un largo camino por delante antes de poder afirmar que tienen conocimiento del nivel de sustentabilidad de su cadena de suministro. Ni hablar de poder afirmar que su cadena de suministro es verdaderamente sustentable.

[1] Esta publicación se basa en un artículo reciente de Christian Blanco, Felipe Caro y Charles J. Corbett: “The state of supply chain carbon footprinting: analysis of CDP disclosures by US firms”, Journal of Cleaner Production 135 (2016), pág. 1189-1197. Nuestro análisis parte de ciertas suposiciones y tiene varias limitaciones que se plantean con más detalles en el artículo.

[2] CDP 2015, “Committing to climate action in the supply chain”, pág. 2; disponible en https://www.cdp.net/en/reports/archive, visitado por última vez el 10 de noviembre de 2016.

Supply Chain Carbon Footprints: Do We Know What We Don’t Know?

By Christian Blanco, Felipe Caro and Charles Corbett

An ever-increasing number of the world’s largest firms respond to the detailed annual questionnaire administered every year by CDP, formerly known as the Carbon Disclosure Project, providing information about their risks and opportunities related to climate change. While most of the questionnaire focuses on what is happening within the firm itself, some of the questions relate to the firm’s supply chain. To distinguish between these “own” emissions and those elsewhere in the supply chain, the Greenhouse Gas (GHG) Protocol distinguishes between three types. Scope 1 emissions occur on-site at the firm itself, Scope 2 emissions are the direct result of electricity purchased by the firm, and Scope 3 emissions are those that are embedded in the products and services that a firm purchases. (Sometimes Scope 3 also refers to emissions further downstream in the supply chain, not only upstream, but here we focus on upstream emissions only.)

Firms are not obliged to respond to the CDP questionnaire, but many do, with widely varying degrees of completeness. In 2013, 334 firms in the S&P 500 index did respond publicly. In total, 397 US firms responded in 2013, reporting approximately 1.5 billion tons of CO₂-equivalent (CO₂-e) GHG emissions within their Scope 1 and 2. (There are several different greenhouse gases, emissions of which are commonly aggregated into a single metric expressed in terms of an equivalent amount of carbon dioxide (CO₂) emissions.) However, it is widely understood that, for most firms, the majority of their emissions are further upstream in the supply chain. Walmart may have significant emissions due to their retail stores, distribution centers, and logistics operations, but the emissions in their upstream supply chain dwarf Walmart’s own. The same is true for many other firms: the emissions embedded in the components or services they purchase greatly outweigh their own.

Estimates in the literature (see Matthews et al. 2008) suggest that, for the average sector, Scope 3 accounts for 74% of its total footprint. How does that compare to what firms are actually reporting?

The CDP questionnaire does ask firms to disclose their Scope 1, 2 and 3 emissions. The reports for Scope 1 and 2 are expected to be reasonably accurate, but it is understood that when firms report Scope 3 emissions, there is no claim that that report is complete; firms often just pick one or two categories, such as “business travel”, and only report emissions in that category.

Of the 397 US firms that responded publicly to the CDP questionnaire in 2013, 265 reported at least some Scope 3 emissions. Those firms reported approximately 700 million tons of CO₂-e in Scopes 1 and 2, and 600 million tons of CO₂-e in Scope 3. How should we interpret that Scope 3 number, given that we know it is widely understood to be incomplete?

Let’s assume that the estimate in Matthews et al. (2008) is correct, and that, on average, Scope 3 emissions are 74% of the total. That means that Scope 3 emissions should be larger than the Scope 1 and 2 emissions, by a factor 0.74 / (1-0.74) = 2.85. In other words, if a firm reports 10 million tons of CO₂-e for Scope 1 and 2 in 2013, one would expect that firm’s Scope 3 emissions to be 2.85 x 10 million = 28.5 million tons CO₂-e. When we look at firms that did disclose some Scope 3 emissions, we find that, on average, their Scope 3 emissions were only 39% of their total disclosed for 2013. In other words, a firm that disclosed 10 milllion tons of CO₂-e in Scopes 1 and 2, disclosed on average 0.39 / (1-0.39) x 10 million = 6.4 million tons of CO₂-e in Scope 3. We just saw that, based on the estimated breakdown in Matthews et al. (2008), we would expect to see 28.5 million tons, so the average firm is only reporting 6.4 / 28.5 = 22% of their actual Scope 3 emissions.

We should emphasize again that there is absolutely no wrongdoing here, as there is no expectation or claim that the Scope 3 reports are complete. If anything, the 265 firms who at least report some Scope 3 emissions should be commended for their transparency, even if the reports are incomplete. There are several likely reasons for this discrepancy. First, and most obviously, it is likely that firms do indeed under-report their Scope 3 emissions. Many firms are explicit about that, indicating which categories of emissions they include, hence by extrapolation also indicating which categories they do not. Second, even firms that do disclose Scope 3 emissions are unlikely to go multiple levels upstream in the supply chain, as the estimate by Matthews et al. (2008) does. There are various other measurement issues that likely contribute to this effect, though some may make the extent of under-reporting even larger than we estimated.

All in all, it is not possible to take one individual firm’s Scope 3 emissions report, and “fill in” the missing emissions. Based on our estimate, though, it does appear that even the most advanced firms are not (at least not publicly) capturing a large portion of GHG emissions in their supply chains, and hence likely to be missing substantial opportunities to reduce their supply chain carbon footprint.

CDP itself believes that, despite some firms’ efforts to respond to the annual survey, Scope 3 emissions “[...] are not being addressed sufficiently by most companies”[2], and our analysis is consistent with that. Keeping in mind that carbon emissions may be one of the best-measured aspects of sustainable supply chains, much more so than for instance water or social impacts, this suggests that even with all the good intentions and initiatives already underway, many firms have a long way to go before they can claim to know how sustainable their supply chains are, let alone claim to actually have a sustainable supply chain.

[1] This post is based on the recent article by Christian Blanco, Felipe Caro, and Charles J. Corbett, “The state of supply chain carbon footprinting: analysis of CDP disclosures by US firms”, Journal of Cleaner Production 135 (2016),  pp. 1189-1197. Our analysis makes many assumptions and has several limitations and caveats, which are discussed in more detail in that article.

[2] CDP 2015, “Committing to climate action in the supply chain”, p. 2; available through https://www.cdp.net/en/reports/archive, last accessed November 10, 2016.