Christopher Tang
Más de 500 millones de personas en los países en vías de desarrollo pueden restaurar su vista con un sencillo par de gafas para leer y, sin embargo, no tienen acceso a unas gafas para leer asequibles. Este desafío ha motivado a Jordan Kassalow y Scott Berrie a co-fundar Vision Spring (www.visionspring.org) en 2001 con un objetivo claro: producir, distribuir y vender gafas asequibles para los trabajadores pobres de los países en vías de desarrollo.
Producir gafas baratas era la parte fácil, pero su distribución resultó ser difícil. Al limitar las gafas para leer a tres potencias distintas y por la subcontratación de la producción a China, Vision Spring logró producir gafas de lectura a un monto de 2 dólares por par aproximadamente. Sin embargo, debido a que los canales de distribución son inexistentes en las zonas rurales de muchos países en vías de desarrollo, Vision Spring exploró diferentes ideas para distribuir sus gafas en diferentes fases.
Durante la fase de exploración, Vision Spring comenzó con el modelo de "micro-franquicia" en virtud del cual los microempresarios (conocidos como Vision Entrepreneurs) reciben un programa de entrenamiento de 3 días y un kit de ventas que contiene gafas para leer de diferentes potencias y tablas para el examen de la vista. Inicialmente, el kit se "vendió" a los microempresarios a través de la micro-financiación de modo que Vision Spring esencialmente ejecuta un modelo de micro-franquicias. Después de experimentar dificultades para atraer microempresarios para adquirir préstamos para los kits y en la gestión de estos préstamos, Vision Spring cambió dicho modelo a un modelo de “micro-consignación” en el que Vision Spring le “presta” el kit con 20 pares de gafas a los microempresarios. Al establecer el precio al por mayor en $3 y el precio de venta al por menor en $4, cada microempresario gana $1 por la venta de un par de gafas para leer sin incurrir en ninguna inversión inicial.
Aunque el modelo de micro-consignación gana cierta tracción, el crecimiento fue limitado debido a que los microempresarios no pueden ganar mucho con la venta de gafas para leer únicamente, especialmente cuando a menudo viajan a pie, lo que hace que sea difícil para ellos vender en diferentes pueblos (figura arriba). Para aumentar sus ingresos sin necesidad de viajar mucho a pie, Vision Spring desarrolló un "programa de referencia" para que estos microempresarios puedan tener ganancias adicionales por referir a clientes a las ópticas Vision Spring designadas en El Salvador que venden gafas graduadas.
Para ampliar la distribución y las operaciones minoristas, Vision Spring desarrolló un modelo de franquicia al asociarse con otras organizaciones, como instituciones de microfinanzas y organizaciones de salud de la comunidad, tales como BRAC. La asociación con BRAC le permitió a Vision Spring utilizar el transporte combinado de la red de voluntarios comunitarios de salud de BRAC, quienes han vendido productos básicos de salud e higiene en los pueblos durante muchos años. Esta asociación está creciendo rápidamente: BRAC apunta a vender más de 13 millones de pares de gafas de Vision Spring en los próximos 10 años.
Cuando la empresa social ha demostrado ser sostenible y escalable, el financiamiento para la ampliación de las operaciones es más fácil de conseguir. Vision Spring ha recibido financiación de una serie de fundaciones como la Fundación Skoll y la Fundación The Lonely Planet. Sólo en 2013, Vision Spring vendió más de 380,000 pares de gafas en los países en vías de desarrollo. Cuando los pobres pueden ver, pueden trabajar. ¡El impacto económico de Vision Spring va a seguir creciendo!
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