Por Charles Corbett
The ReUse People[1] es una organización sin fines de lucro dedicada a evitar que los materiales de construcción terminen en los vertederos. Lo hace (entre otras) por la deconstrucción paso a paso de edificios, en lugar de su demolición y con la venta de los materiales recuperados por medio de sus almacenes. Ted Reiff, el presidente de The ReUse People, una vez me comentó que no hay un contratista en el mundo que le guste arrojar cosas a la basura, y que por cualquier elemento que podría parecer un desecho en un sitio de construcción, siempre hay alguien en algún lugar que puede utilizarlo. El desafío es hacer coincidir efectivamente la demanda con la oferta.
Ese mismo principio subyace en la aparición de intercambios de residuos por otros tipos de residuos. La "Reutilización" es la opción media en la jerarquía del "reducir, reutilizar, reciclar", pero al igual que en una construcción, los residuos de una persona pueden ser los recursos de otra. El desafío, de nuevo, es emparejar la demanda existente (pero a menudo latente) con la oferta disponible. La aparición de los intercambios de residuos en línea crea oportunidades interesantes para estudiar qué factores contribuyen a la probabilidad de poder emparejar a un "comprador" con un "vendedor" (con comillas, ya que a menudo estos materiales excedentes están disponibles gratuitamente para quien esté dispuesto a recogerlos).
El concepto del intercambio de residuos en línea es bastante simple: animar a la gente con materiales que ya no utiliza a que los publique en el intercambio, en lugar de enviarlos directamente al vertedero o reciclaje, y esperar que alguien vea el anuncio y busque los materiales de forma gratuita o por un precio. La práctica no es tan simple: los vendedores pueden no estar conscientes de la oportunidad o no creer que hacer el anuncio valga la pena, mientras que los compradores podrían sentirse inseguros acerca de con quién están lidiando o de lo que van a obtener. ¿Qué hace que un intercambio tenga más probabilidades de que suceda?
Un interesante trabajo por Suvrat Dhanorkar, Karen Donohue y Kevin Linderman [2]examina esta pregunta, al revisar las transacciones por medio del intercambio de Minnesota, MNExchange.Org, el cual ha estado operando desde 1999 y hoy cuenta con miles de usuarios registrados (compradores y vendedores). Citas de los autores describiendo el intercambio: "En un momento dado, el intercambio en línea puede albergar cientos de anuncios de diferentes categorías de residuos. [...] Cuando un usuario envía un anuncio, el intercambio muestra la información específica del artículo, como el precio cotizado, descripción del producto, frecuencia (ya sea una sola vez o recurrente) y la ubicación (por condado y código postal). Por ejemplo, una empresa de construcción (vendedor) podría publicar su excedente de tuberías pluviales de hormigón [...] en MNExchange.Org junto con la información del producto y la transacción. Esta información permite que los compradores potenciales exploren los anuncios y los ordenen según criterios específicos. El(los) comprador(es) interesado(s) registrado(s) entonces puede(n) ponerse en contacto con el vendedor directamente (a través de la información de contacto proporcionada por el vendedor) para obtener más información sobre el producto, precio, logística, etc., antes de negociar el intercambio. Los términos del intercambio son decididos mutuamente fuera de línea por las partes que realizan la transacción”.
A pesar de que el intercambio en sí se hace en línea, los compradores y vendedores que están más separados geográficamente son menos propensos a realizar una transacción. Este es un recordatorio útil de que incluso los mercados aparentemente en línea todavía están atados a una geografía subyacente. The ReUse People se encuentra con lo mismo (aunque fuera de línea): hay una demanda de todo lo que logran salvar de un edificio, el reto es transportarlo desde donde se ha rescatado hasta donde se requiera.
Dhanorkar y sus colegas también se dieron cuenta que la familiaridad previa ayuda: los compradores y vendedores que están más familiarizados entre sí tienen más probabilidades de realizar un intercambio. Este es otro útil recordatorio de que los mercados en línea, aunque pueden ayudar a conectar a muchos más compradores y vendedores que antes, no son del todo emparejadores impersonales, sino que todavía contienen un elemento humano.
En resumen, los mercados en línea tienen una promesa real cuando se trata de encontrar un nuevo hogar acogedor para los residuos de una persona, pero no debemos caer en la trampa de olvidar que, si bien el mercado puede ser en línea, la operación subyacente sigue siendo igual de física como siempre.
[1] Divulgación: Soy miembro de la Junta Consultiva de The ReUse People.
[2] “Repurposing Materials & Waste through Online Exchanges: Overcoming the Last Hurdle”, forthcoming in Production and Operations Management.
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