Christopher Tang
Para crear la nueva generación de pantallas para sus productos, Apple decidió utilizar cristal de zafiro, un material más resistente a rasguños y roturas que el cristal Gorilla de Corning (y diez veces más caro). En noviembre de 2013 Apple decidió comprar su cristal de zafiro a GT Advanced Technologies (un fabricante poco conocido de componentes solares), invirtiendo $578 millones en una fábrica para fabricar pantallas de cristal de zafiro. Desde entonces, una serie de contratiempos (falta de hornos suficientes, problemas de calidad y de rendimiento, etc.) en GT ha causado retrasos importantes. En septiembre de 2014 Apple no pudo lanzar su iPhone 6 con cristal de zafiro.
Así pues y con razón, Apple retuvo su pago final de $139 millones en abril de 2014 porque GT no cumplió con los requisitos de producción o calidad especificados en el contrato de suministro. No obstante, debido a sus significativos problemas de liquidez, GT pidió a Apple que pagara el pago final de $139 millones y solicitó una reunión con Apple para discutir el precio del contrato. El 6 de octubre de 2014, justo un día antes de la reunión de negociación con Apple, GT se declaró en quiebra.
Muchos proveedores fueron solidarios con todo el incidente y comentaron que GT no debería haberse centrado en un único cliente clave (Apple) y que GT no debería hacer promesas que no podía mantener.[1] Aunque no sabemos exactamente lo que ocurrió entre bastidores, creemos que Apple debería aprender unas cuantas lecciones:
- Precaución con el riesgo de suministro. Al tratar con una tecnología no probada como las pantallas de cristal de zafiro, Apple debería continuar utilizando cristal Gorilla de Corning y cambiar gradualmente a cristal de zafiro.
- Precaución con la solvencia de los proveedores. Si uno examina el informe anual de GT publicado en (http://investor.gtat.com/annuals.cfm), está claro que GT tuvo una pérdida de beneficios en 2013 y que estaba teniendo problemas financieros incluso antes de empezar a colaborar con Apple en noviembre de 2013. No debería ser una sorpresa que GT se declarara en quiebra en 2014 después de algunos intentos fallidos de fabricar cristal de zafiro.
Para mantenerse a flote, pienso que es muy probable que GT realizara promesas en exceso a Apple acerca de su capacidad y que aceptara el bajo precio del contrato ofrecido por Apple. Por consiguiente, la lección clave para Apple es tener precaución con una selección adversa. Cuando una compañía gigante (Apple) pide a un proveedor diminuto (GT) que suministre productos a un bajo precio, no suele ser una buena combinación.
En otras palabras, supongamos que usted propone matrimonio a alguien a quien acaba de conocer. Si esta persona acepta la propuesta de inmediato, ¡le recomendamos que salga corriendo y no mire hacia atrás!
[1] Dou, E., “Advice from Apple Suppliers: Stay Flexible” (“Consejo de los proveedores de Apple: hay que permanecer flexibles”), Wall Street Journal, 21 de noviembre de 2014.
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