Felipe Caro y Christopher S. Tang
El alza del costo en China y la valorización del yuan o RMB chino motivaron a algunas firmas occidentales a contratar sus productos en otros países del sudeste asiático de más bajo costo. Bangladés es un lugar atractivo para que las compañías occidentales (por ejemplo, Walmart, H&M, Mango y Adidas) contraten sus productos de prendas de vestir, debido al bajo costo de mano de obra (US/$ 2 al día) y a sus regulaciones relajadas o que no se hacen cumplir.
Mientras más firmas contraten a Bangladés, mayor será la cantidad de fabricantes por contrato que entrarán en el mercado para satisfacer la demanda. Esta tendencia ha creado la industria de prendas de vestir de Bangladés, la que representa más del 80 % de las exportaciones del país. En cambio, mientras mayor es la cantidad de fabricantes por contrato que compiten por pedidos a más bajo precio durante y después de la crisis financiera, muchos dueños de fábricas simplemente ignoran los problemas ambientales, de salud y seguridad. En tanto se desconocen las estadísticas exactas, la evidencia anecdótica es desgarradora: más de 800 obreros bangladesíes de la industria de prendas de vestir han muerto en incendios fabriles desde el 2005 y cerca de 1000 murieron en el derrumbe de Rana Plaza en el 2013. Donaldson (2014) comentó que el 20 % de las fábricas de Bangladés son simplemente inseguras.
Los consumidores de todo el mundo están indignados con la inseguridad de estos ambientes laborales y muchos activistas acusan a los propietarios de marcas de no preocuparse por la seguridad de los trabajadores, sino de sus ganancias. Aunque muchas marcas internacionales (Tommy Hilfiger, Gap y muchas otras) no fueran directamente responsables de estos desastres, ellas han tenido que afrontar daños y perjuicios colaterales debido a la negativa publicidad.
¿Qué deberán hacer estas marcas importantes? Si suspenden la contratación en Bangladés, entonces quedarán sin trabajo millones de obreros de prendas de vestir. Si siguen contratando en Bangladés, entonces tendrán que tomar medidas preventivas. Es con esta obligación a largo plazo en mente que las 166 corporaciones de prendas de vestir de 20 países de Europa, América del Norte, Asia y Australia, además de numerosos sindicatos de Bangladés y otras organizaciones no gubernamentales (por ejemplo, el Consorcio de derechos del trabajador y la Organización Internacional del Trabajo) constituyeron el Accord on Fire and Building Safety in Bangladesh (acuerdo de seguridad de edificios y contra incendios) en mayo del 2013 (www.bangladeshaccord.org).
El Acuerdo es un convenio independiente concebido para mejorar la seguridad del puesto de trabajo de más de 2 millones de obreros en 1800 fábricas, llevar a cabo inspecciones conjuntas de seguridad independientes e informar los resultados de estas inspecciones en su página web, así como facilitar una financiación de hasta US$6,000 para mejorar la seguridad laboral de cada fábrica. Además de poner de manifiesto las violaciones de seguridad de cada una de las fábricas, estos informes contienen el tipo de medidas remediales que deben adoptar determinadas fábricas, así como el avance de las medidas correctivas específicas que se estén tomando.
Las “auditorías conjuntas” adoptadas por el Acuerdo pueden realmente agilizar el proceso de auditoría y reducir el costo, pero pueden no ser suficientes para impedir que los dueños de fábricas escatimen recursos, a no ser que haya una verdadera coerción y sanción. Nos sentimos optimistas de que el Acuerdo tuviera la buena idea de imponer “sanciones colectivas” – los miembros del acuerdo darán “conjuntamente por terminada” la relación empresarial si un suministrador no conforme comete una violación grave de seguridad o deja de participar por completo en la inspección y solución.
Con sanciones convincentes y duras por mala conducta, serán pocas las fábricas que se atrevan a portarse mal. Al imponer sanciones colectivas, ¡las firmas occidentales pueden mitigar el riesgo de daños colaterales!
Referencias
Donaldson, T., ``Bangladesh Resetting the Bar on Compliance Standards,'' Sourcing Journal, 3 de octubre de 2014.
Comments
You can follow this conversation by subscribing to the comment feed for this post.