Annie Chang, Karan Kumar, Natalie Kwan, Amy Lau, Sara Pan, Daniel Strong, Christopher Swenson y Christopher S. Tang
10 de junio de 2013
En la ciudad de Shenzhen es posible que no se encuentre con alguien que le trate de vender un Rolex falso, pero sí encontrará muchos vendedores callejeros ofertando leche maternizada Mead Johnson o Nestlé contrabandeada de Hong Kong, Estado Unidos, Australia, Gran Bretaña o Nueva Zelanda. Esta leche maternizada (importada ilegalmente) no es barata. Cada tarro de lata de 0,8 kg de leche maternizada se vende a USD 38,8, lo que es igual a un 46% por encima del precio minorista en Hong Kong. Sabiendo que en China nacen 17 millones de bebés cada año y que los padres chinos están dispuestos a gastar dinero en su hijos, el mercado de leche maternizada es inmenso, un 23% del mercado global de 41 000 millones USD.
Aun cuando el suministro total de leche maternizada sea suficiente y los propietarios productores extranjeros como Danone y Nestlé estén experimentando un crecimiento de dos cifras en la leche maternizada que se produce localmente, las inquietudes sobre la seguridad de esta producción local han llevado a un marcado aumento de la demanda de leche maternizada importada entre las familias urbanas de clase media. Como la demanda de leche maternizada importada supera la oferta, no es inusual la especulación de precios – una lata de 0,8 kg de leche maternizada importada se vendió tan cara como a USD 56 en el 2013 (lo que es más del 100% por encima del precio minorista en otros países).[1] La escasez de leche maternizada importada creó un verdadero furor alrededor del mundo cuando China salió al extranjero a comprar leche maternizada – alguna para uso personal y una buena parte para revenderla en el mercado negro (imagen a continuación). Este furor de compra creó faltantes en Hong Kong, lo que provocó que el gobierno de Hong Kong dictara, en febrero de 2013, una ley permitiendo a cada persona llevar no más de 2 latas de leche maternizada e imponiendo a los infractores una multa de USD 64 000 y dos años de privación de libertad.
Como el mercado negro de leche maternizada importada es enorme en términos de demanda y margen de utilidades, uno se pregunta el por qué los supermercados establecidos en China como WalMart (EE. UU.), Carrefour (Francia), Tesco (Gran Bretaña), Metro (Alemania), RT-Mart (Taiwán) y China Resources (China) o las tiendas en línea como T-mail y Yihaodian no pueden erradicar este tipo de comercio ilegal, especialmente cuando los padres chinos andan desesperadamente buscando la leche maternizada importada después del escándalo del 2008.[2]
¿Deberán estos comercios minoristas importar y vender directamente leche maternizada, de manera que puedan competir con el mercado negro? Esta idea tiene tres problemas. En primer lugar, hacerlo enajenará a los distribuidores y productores locales existentes (incluyendo a los propietarios productores extranjeros en China). En segundo lugar, se nivelarán considerablemente las tarifas de importación aunque el gobierno chino haya reducido las tarifas a la leche maternizada importada de un 20% al 5% en el 2013. En tercer lugar, se podría ofender al gobierno chino al desacreditar sus esfuerzos por mejorar la seguridad de los alimentos.
¿Qué pueden hacer entonces los comercios minoristas? En lugar de importar directamente, los comercios minoristas pueden considerar un par de ideas para competir con el mercado negro de leche maternizada. Primero, un comercio minorista puede comprar leche maternizada importada a través de intermediarios sin crear inconformidades en la cadena de suministro. Por ejemplo, un comercio minorista que opere en China puede comprar leche maternizada importada a una socio chino como Funton Holdings, quien adquirió la fábrica australiana de leche Bonlac en el 2013. Segundo, un comercio minorista puede auspiciar una asociación con los propietarios productores extranjeros de China, de modo que estos productores puedan importar la leche maternizada en su nombre. Por ejemplo, el comercio minorista en línea T-mail está auspiciando una asociación con Danone y Nestlé para la venta directa de leche maternizada. Tal vez esta asociación pueda ampliarse a la leche maternizada importada en el futuro cercano. Esta es solo una solución a corto plazo.
Para erradicar el mercado negro, el gobierno chino deberá reducir las tarifas de importación de leche maternizada a cero. De esta manera no hay forma de que el mercado negro pueda superar la eficiente cadena de suministro que han creado los comercios minoristas. La verdadera pregunta es: ¿rebajará definitivamente el gobierno chino las tarifas y dejará competir al mercado libre?
[1] Siegel, M. “Chinese Safety Concern Empties Distant Shelves,” New York Times, January 7, 2013.
[2]Para aumentar las ganancias, los dos principales productores chinos de leche estuvieron vendiendo leche adulterada con melamina, lo que ocasionó 6 muertes y la enfermedad de 300 000 lactantes en el 2008.
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